Con la vuelta de las vacaciones, la mayoría de nosotros hacemos nuestra lista de objetivos de cara al «nuevo curso». Pero para muchos puede resultar una tarea complicada y nos preguntamos, ¿cómo puedo conseguir los objetivos que me propongo?
Hacemos nuestra lista de objetivos y nos lanzamos hacia la consecución de uno de ellos. Al principio, parece ir bien, vas cumpliendo lo que te has propuesto. Pero, al cabo de un tiempo, notas que vas perdiendo motivación, ganas etc y abandonas tu objetivo, provocando frustración, enfado y una serie de reacciones emocionales.
Este proceso puede ser normal, ya que quizá el objetivo puede no ser realista o no estar bien formulado, por ejemplo, impidiendo conseguir los objetivos marcados. Lo veremos más adelante.
Tener objetivos y metas es fundamental en la vida de cada uno de nosotros, ya que son nuestro timón, nos marcan el rumbo, hacia dónde queremos ir y qué queremos conseguir.
El logro de las metas está relacionado con nuestro bienestar , nuestra felicidad y nuestra salud mental.
Contribuye de forma positiva a aspectos tan importantes como la autoestima, la motivación y la autoconfianza.
En muchas ocasiones la falta de metas es lo que nos lleva a caer en crisis existenciales, en bajos estados de ánimo e incluso, depresiones.
Tipos de objetivos
En función del área de la vida de cada persona, podemos marcarnos distintos objetivos. Éstos pueden ser:
- Laborales: los relacionados con el trabajo. Cumplir el horario, no llevarme trabajo a casa, hablar con mi jefe, buscar otras opciones de empleo…
- Ocio: ir al gimnasio o hacer algún tipo de actividad física, ir al cine y al teatro más a menudo, leer…
- Familiares: visitar a mis padres, hacer más planes juntos, dedicar más tiempo a mis hijos…
- Pareja: hacer más planes juntos y solos en caso de familias con niños, sorprender a tu pareja con algo…
- Sociales: quedar una vez al mes con tal grupo de amigos, retomar el contacto con aquel amigo…
- Personales: dejar de fumar, cambio de look, alimentación saludable….
Modelo SMART
Este modelo nos va a resultar de gran ayuda a la hora de establecer nuestros objetivos.
- Específicos: tienen que ser lo más específico y detallado posible. Por ejemplo, un objetivo podría ser cambiar de sector y trabajar por cuenta propia, este es un objetivo, pero resulta bastante ambiguo.
- Medibles: tiene que ser medible para saber que estás yendo por el buen camino. Un ejemplo sería; correr una carrera de 10k, debo empezar andando 5 minutos y correr 2 minutos durante la primera semana, una vez conseguido esto, la semana siguiente haré tanto….
- Alcanzables: tienes que creer que puedes conseguirlo, de lo contrario no servirá de nada marcarte ese objetivo.
- Realistas: es importante distinguir entre alcanzable y realista. Tienes que ser consciente de tus recursos y los que vas a necesitar para cumplir el objetivo. Por ejemplo puedo llegar a correr una maratón (es alcanzable), pero si no he corrido en mi vida, será poco realista.
- En tiempo: debes marcarte un tiempo para conseguir los objetivos. También es recomendable ir revisando cada determinado tiempo, si vas cumpliendo los objetivos intermedios para conseguir tu objetivo final, esto reforzará tu motivación. Si no lo haces, puedes caer en el abandono del mismo.
Pautas para conseguir los objetivos
Gracias al Modelo Smart sabemos que nuestros objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y en tiempo.
Pero además os propongo una serie de pautas que nos ayudarán a conseguir los objetivos. Son las siguientes:
- Define bien el objetivo: ya hemos visto lo importante que es. Aquí debemos responder al qué quiero conseguir.
- Desglosa tu objetivo final en otros intermedios: imagina una escalera, en lo más alto está tu objetivo final y en cada peldaño se encuentran tus objetivos intermedios más asequibles. Recuerda que los peldaños no deben ser muy altos, mejor pequeños para potenciar y renovar nuestra motivación y no frustrarnos si no conseguimos superarlos.
- Haz una buena planificación: en ocasiones solemos ser muy optimistas en la planificación de los tiempos, por lo que vamos a contar siempre con un tiempo para imprevistos. Recuerda que no tienes super poderes y no puedes hacer dos cosas al mismo tiempo.
- Ponlo por escrito: escribir ayuda a potenciar tus pensamientos, a fortalecer tu compromiso y tener una visión más clara y objetiva.
- Adáptate y se flexible: no podemos tener control sobre lo que nos rodea, así que vamos a ser flexible y adaptarnos a los cambios.
- Identifica los obstáculos: es conveniente anticipar dentro de lo posible que situaciones, personas o imprevistos pueden aparecer. Os recomiendo el siguiente artículo de nuestros colegas de la UPAD acerca de los 7 obstáculos que te impiden alcanzar tus objetivos.
- Motívate: necesitamos estar motivados para tener la actitud, energía y recursos necesarios para conseguir lo que queremos. Aquí debemos responder al para qué estoy haciendo esto.
- Ten pensamientos y emociones positivas: es importante mantener la motivación durante el proceso de la consecución del objetivo, podemos apoyarnos en pensamientos acerca de lo que supondrá para mí el lograr el objetivo. Relacionado con esto os remito a un artículo dentro del blog Psicocode para saber más sobre la profecía autocumplida o el efecto pigmalión.
- Refuérzate: por los logros que vas consiguiendo, ¡qué bien sienta esa palmadita en la espalda!
- Acepta y normaliza los malos momentos: como en todo proceso encontramos malos momentos, acéptalos y normalízalos, solo así podrás seguir adelante sin quedarte enganchado en lo que ha pasado.
- No seas tan exigente y perfeccionista: el perfeccionismo y la procastinación están muy ligados y, a la vez ambos son enemigos de la consecución de nuestros objetivos. ¡Confía en ti!
- Cuidado con las expectativas: trata de ajustar tus expectativas a la realidad. Si consigo ponerme en forma, conseguiré por fin encontrar pareja… cuidado con este tipo de expectativas que pueden generarnos mucho malestar, por ejemplo, culpa, frustración…
- Compromiso y responsabilidad: asume que gran parte de lo que sucede depende de ti, de tus acciones y de tus decisiones. Adquiere un compromiso contigo mismo, mira hacia dentro y no hacia fuera. Recuerda también que no somos perfectos y tenemos derecho a fallar.
- Paciencia y constancia: nadie dijo que fuera fácil y rápido, ¿verdad?.
Te propongo una tarea para finalizar:
Comienza a escribir tus objetivos en las distintas áreas de tu vida a corto (una semana), medio (6 meses) y largo plazo (1 año).
Tómate tu tiempo para elaborar tu lista de objetivos, no hace falta que la rellenes de una vez, como ya hemos dicho, es importante definir bien los objetivos.
Me ha servido bastante