¿Qué es el miedo?

El miedo de una u otra forma (al fracaso, al compromiso, a fallar, hablar en público, a hacer el ridículo, a la valoración de los demás, a que otra persona se enfade…) nos acompaña día a día a lo largo de nuestra vida.  

Desde la infancia es muy común la aparición de los miedos infantiles (a la oscuridad, a los monstruos…), son evolutivos y desaparecen con el paso de los años.

A medida que vamos pasando por las distintas etapas del desarrollo, la adolescencia, la adultez y la vejez,  aparecen los miedos propios de cada etapa.

Podríamos decir que es una de las emociones que experimentamos con mayor frecuencia.

Hay miedos que podemos considerar razonables, ya que es normal tener miedo antes ciertas situaciones.

Sentir todo tipo de emociones es positivo y necesario, ya que nos dan información sobre lo que está pasando a nuestro alrededor, por ello, vamos a sentir nuestras emociones con libertad, no vamos a evitarlas, controlarlas o reprimirlas.

No vamos a evitar o escapar del miedo, es nuestro aliado. Nos ayuda a sobrevivir, si viviéramos sin miedo, pondríamos en peligro nuestra vida.

Definición

Es una de las seis emociones básicas definidas por Paul Elkman. Es una de las emociones más básicas del ser humano, muy poderosa y primaria, ya que está presente en todas las culturas.

Es el sistema natural de alarma que posee el ser humano. Surge cuando percibimos un peligro y pensamos que no poseemos las capacidades o estrategias para hacerle frente.

Por tanto, como toda emoción cumple un papel adaptativo, en este caso, la supervivencia del ser humano.

Ante situaciones peligrosas, nos hace reaccionar lo más rápido posible.

miedo

Cuando no hay peligro: los miedos disfuncionales e irracionales

El miedo deja de ser funcional cuando percibimos una situación aparentemente inocua como una amenaza o un peligro. 

Aparece ante hechos que no son peligrosos, pero anticipamos que si lo son, perjudicándonos y alejándonos de vivir la vida tal como nos gustaría hacerlo.

Aquí es cuando entra la parte cognitiva en juego, nuestros pensamientos y la forma en que percibimos/interpretamos una situación. La situación es la misma para todas las personas, sin embargo, no todas las personas experimentan ese miedo.

Por ejemplo María tiene miedo a los aviones y Juan no. La diferencia entre uno y otro deriva en que probablemente María ha podido tener o no alguna experiencia desagradable en un avión (ej: turbulencias), pero sobre todo en las creencias y pensamientos acerca del avión, los vuelos etcétera. Los pensamientos de María son del tipo «se va a estrellar el avión» «puede existir algún fallo en la cabina» «odio las turbulencias y fijo que habrá» etcétera. Provocando en María un aumento del miedo y, en muchas ocasiones, evitando coger un avión.

Nuestra mente es como un amigo que no nos da buenos consejos. La mayoría de nuestros miedos están en nuestra cabeza.

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Normalmente son pensamientos que anticipan una situación catastrófica o que algo no va a ir bien. Este ruido mental muchas veces nos boicotea y nos bloquea nuestra claridad mental.

Vamos con otro ejemplo: Lucía va a iniciar un negocio, hasta cierto punto, es normal tener un cierto miedo sobre si funcionará o no. Sin embargo, si María se deja llevar por pensamientos negativos anticipatorios del tipo «no va a ir bien y tendré que cerrar» «perderé mucho dinero» «no sé si seré capaz»…le provocarán gran malestar, un aumento de la sensación de miedo, pudiendo boicotear la idea del nuevo proyecto.

Cada desafío o situación nueva lleva implícito el miedo, pero esto no tiene por qué ser malo, ya que nos hace estar más despiertos, tener mayor capacidad de reacción y solución de problemas y poder avanzar.

Cuando el miedo irracional llega a bloquearnos y a influir de una forma determinante en algún área de nuestra vida, estamos ante una fobia.

Diferencia entre miedo y fobia

Como ya hemos dicho el miedo es una emoción que tiene un papel clave en nuestra supervivencia.

Por su parte las fobias, podemos definirlas como un miedo intenso, irracional y persistente hacia una situación, un objeto o una actividad, limitando a la persona.

Por tanto, una de las diferencias que encontramos es que los miedos no interfieren en nuestra vida y las fobias si.

La siguiente diferencia es que la intensidad de miedo que experimentamos en las fobias es desmesurado.

En las fobias el miedo es irracional, no hay un peligro real, en el miedo si.

Las fobias pertenecen al grupo de los Trastornos de Ansiedad recogido dentro del Manual Diagnóstico DSM-V de la Asociación Americana de Psiquiatría.

 

En el próximo artículo os hablaré de cómo podemos manejar y enfrentarte al miedo.

 

Aprendí que el valor no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo. Nelson Mandela.


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