A todos mis pacientes desde la primera consulta les digo esta frase «pensar en uno mismo no es egoísmo». Les digo que lo más importante son ellos, su felicidad, su bienestar, su salud y su cuidado.
Primero son ellos y luego los demás, parejas, padres, hijos, hermanos, amigos…
A muchos de ellos, esta idea les sorprende, puesto que en muchos casos, la educación que han recibido de sus familias y el mensaje de la sociedad, ha ido en otra dirección.
No solo les sorprende, si no que ni siquiera se han parado a pensar en ello y mucho menos en llevarlo a cabo. Para muchos, pensar en uno mismo les genera un conflicto interior y malestar, apareciendo emociones como la culpa.
Asimismo, aparecen verbalizaciones del tipo «pensarán que soy un/a egoísta», «lo primero son mis hijos», etc.
Nos han educado para anteponer y satisfacer los deseos, intereses y necesidades de los demás antes que los propios.