En los últimos artículos hablamos de la poca cultura del reconocimiento que existe en nuestra sociedad, siendo todavía más evidente en el ámbito laboral, resultando necesario impulsar el reconocimiento laboral.
Uno de los motivos por los que los trabajadores padecen estrés, está causado por un mal jefe y un mal ambiente laboral. Según los datos de la Asociación Estadounidense de Psicología, un 75% de los trabajadores estadounidenses creen que sus jefes son una causa importante de estrés en el trabajo.
Para profundizar en líderes vs jefes os recomiendo el siguiente artículo. Ya que al cambiar el estilo de mando los empleados se sienten más motivados y aumenta la productividad.
Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en el trabajo, desempeñando nuestras tareas lo mejor que podemos, unas veces mejor y otras peor.
Por desgracia, las malas palabras, las críticas y los comentarios negativos hacia nuestro trabajo superan al reconocimiento, refuerzo y elogio.
Es importante que las personas y más en concreto los jefes o personas con gente a su cargo sepan comunicarse de una forma adecuada y elogien el trabajo de sus empleados, ya que así rendirán mejor y aumentará la productividad en el trabajo.
Reconocimiento laboral
Todos necesitamos reconocimiento, ya que el reconocimiento es algo innato al ser humano. Desde pequeños necesitamos que los aspectos positivos de nuestras conductas sean reforzados y validados, ya que esto favorece el desarrollo y la autoestima. Lo mismo nos pasa a los adultos, necesitamos el reconocimiento de nuestra familia, nuestros amigos y, por supuesto, en el trabajo.
El reconocimiento laboral es el reconocimiento que recibe el trabajador por parte de su jefe, proporcionándole una satisfacción personal que le hace desarrollar su trabajo de forma más positiva.
Es fundamental que el empleado sepa que su trabajo es reconocido y que su su aportación es necesaria para la empresa.
Tipos de reconocimiento laboral
Existen diferentes tipos de reconocimiento:
- Incentivos monetarios: quizá sea el primero que nos venga a la cabeza. Este tipo puede ser en forma de aumento de sueldo, bonos etc. Aunque en un principio pueda parecer positivo, únicamente sería a corto plazo, ya que con el tiempo pierde eficacia e incluso se puede volver contraproducente. Esto es similar a lo que ocurre con los regalos a los niños por haber hecho algo bien.
- Reconocimiento verbal: sin duda el más potente, ya que aumenta la autoestima de los empleados haciendo que éstos se sientan respetados por los compañeros y por los jefes y saben, como hemos comentado anteriormente, que su trabajo no cae en saco roto.
- Recompensar aunque no se consiga el objetivo: aunque no se consiga el objetivo, es fundamental recompensar el esfuerzo y el trabajo realizado.
- Recompensar buenas ideas: vamos a tratar de recompensar las buenas ideas y no solo acciones o conductas concretas. Esto hace que el empleado se sienta escuchado y con confianza para seguir participando activamente en el desarrollo de la empresa.
- Facilitar la promoción: el empleado que no ve opciones reales de promoción, no se va a sentir realmente reconocido. Por ello, es importante fomentar la promoción siempre que sea posible.
Pautas para que el reconocimiento sea efectivo
Para que el reconocimiento laboral sea efectivo es necesario que cumpla los siguientes parámetros:
- Auténtico y sincero: cuando el reconocimiento no es sincero se nota, por ello hay que intentar que sea sincero y que salga del corazón.
- Claro y específico: no vamos a añadir información que no esté relacionada con el hecho y no vamos a dar lugar a la interpretación o adivinación por parte del trabajador. Debe ser hacia un comportamiento o acción específica.
- Personalizado: tiene que estar dirigido a una persona concreta y de forma individual.
- En tiempo: tiene que ser cercana al hecho. La felicitación debe hacerse en caliente, al contrario de la corrección que es mejor hacerla siempre en frío.
- Proporcionado: acorde con la acción o hecho a reconocer.
- No añadir «peros»: es muy común añadir un pero a una felicitación o reconocimiento. Evidentemente siempre hay algo en lo que podemos mejorar, pero al final lo que queda del mensaje es el «pero» y no la felicitación propiamente dicha.
- Dar las gracias no es felicitar: esta distinción es importante, ya que agradecer y reconocer son dos cosas diferentes. No es lo mismo «gracias por tu trabajo» que «muy buena presentación sobre el estrés laboral».
Beneficios del reconocimiento laboral
Existen múltiples beneficios tanto para el empleado como para la empresa.
Ya hemos comentado que al reconocer al empleado, éste se siente escuchado y parte activa e importante de la empresa y esto repercute en su motivación, felicidad y productividad.
Esta felicidad se contagia y favorece el buen ambiente en la empresa, ya que la felicidad grupal produce más armonía y mejor trabajo en equipo.
Por lo tanto, todos ganan, el/los empleados y la empresa aumentando su productividad. Según un estudio, los líderes que más motivan y reconocen tienen un 42% de mayor productividad.
Otro de los beneficios que encontramos al reconocer al empleado es la reducción del absentismo laboral (ya que el empleado no llega a sufrir episodios de estrés, ansiedad y depresión) y de abandono de la empresa.
Un empleado reconocido, es un empleado feliz. Tiene más confianza en sí mismo, afrontan mejor los retos y fomenta la confianza.
Algo que uno da por hecho y realmente no es así. A leer buenas ideas y ponerlas en práctica, dará resultados
Muchas gracias por tu comentario Antonio. Un saludo.