Cuando incluimos la gratitud en nuestra forma de vivir, cambiará nuestra forma de ver la vida.
Solemos pasarnos la mayor parte del tiempo fijándonos en lo que no tenemos y prestando poca atención a lo que si tenemos.
Sin embargo, la atención se puede entrenar, si conseguimos prestar atención a lo positivo que tenemos en nuestra vida, aumentaremos nuestro bienestar.
Reconocer lo que hay bueno en tu vida, te proporcionará paz y será la esencia de tu felicidad.
¿Qué es la gratitud?
La palabra gratitud según la RAE, es “el sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.” Por lo tanto, es algo que sentimos y además nos impulsa a la acción.
También puede entenderse como una actitud ante la vida o una forma de vida, ya que gracias a ella somos capaces de valorar y apreciar las cosas que tenemos y de las que muchas veces no somos conscientes.
Hace que nos focalizemos en lo positivo, nos fijamos en lo que tenemos y esto nos genera felicidad, refuerza nuestra autoestima y nos ayuda a regular mejor los síntomas de ansiedad, estrés y/o depresión.
La Psicología Positiva se encarga del estudio de las bases del bienestar psicológico y de la felicidad, así como de las fortalezas y virtudes humanas.
Martin Seligman, psicólogo estadounidense y principal referente de la Psicología Positiva, afirma que hay 24 tipos de fortalezas y entre ellas se encuentra la gratitud.
Asimismo es una conducta prosocial, es decir, favorece las relaciones personales, logramos ser más asertivos, empatizamos más y nos ayuda a resolver mejor los conflictos.
Recuerda que cuanto más agradecido seas, más cosas tendrás para agradecer.
“La gratitud no solo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás”. Cicerón.
Los pensamientos y la gratitud
Estamos continuamente pensando, no podemos dejar de pensar, nuestros pensamientos nos asaltan de todas las formas posibles de manera automática, condicionando nuestras emociones y nuestras conductas.
Nuestro cerebro está diseñado para la supervivencia, por ello, tendemos a centrar nuestra atención en los problemas, en lo negativo, esto es lo que se llama «sesgo a la negatividad».
Es un sesgo adaptativo, de protección. La parte negativa viene, cuando nos dejamos llevar solo por los pensamientos negativos, las preocupaciones, intentamos adivinar el futuro montándonos el peor guión de película posible…
Cuando estamos así, nos resulta muy complicado ser agradecidos y tener sentimientos de gratitud. Por tanto, la ausencia de gratitud, nos genera apatía y depresión.
Es como si nos hubiésemos puesto unas gafas oscuras que nos impiden ver lo bueno que tenemos a nuestro alrededor. Esto nos empuja hacia una visión catastrofista de nosotros y de lo que nos rodea.
Al ser capaces de reconocer lo que tenemos y lo que somos, nos hacemos más conscientes de ello y eso nos hace sentirnos más activos y optimistas.
Beneficios de sentirse agradecido
Se han llevado a cabo numerosos estudios e investigaciones sobre la gratitud que ponen de manifiesto enormes beneficios para la salud mental de las personas. Entre ellos encontramos:
- Mejora del estado de ánimo.
- Mayor actividad, nos sentimos más activos.
- Disminución de la presión arterial.
- Sistema inmunológico más fuerte.
- Emociones más positivas.
- Relaciones personales más sanas, cálidas y asertivas.
- Nos sentimos menos solos y aislados.
- Mayor optimismo y felicidad.
- Mejora del sueño.
- Disminución de los síntomas de ansiedad y/o depresión.
- Más generosidad y compasión.
Ser feliz no siempre te hará agradecido, pero ser agradecido siempre te hará feliz.
¿Cómo puedo cultivar la gratitud?
Os propongo diferentes modos de cultivar la gratitud que podéis incorporar a vuestro día a día.
- Cada mañana, saluda al día con gratitud, puedes pensar en qué o quién vas a centrar tu atención a lo largo del día.
- Escribe una carta de agradecimiento a alguien.
- Cada noche, al irte al dormir, apunta 3 cosas o más por las que te sientes agradecido (puede ser del mismo día o del pasado).
- Focaliza la atención en el momento presente para «cazar» experiencias bonitas (el sol, un olor, una sonrisa…).
- Haz un diario de gratitud, en este diario puedes apuntar cosas relacionadas con los siguientes aspectos: habilidades o cualidades tuyas que poseas, personas significativas en tu vida (del pasado y del presente), experiencias vividas (ejemplo: viajes), aspectos materiales (casa, coche, reloj…). Podéis echar un vistazo al siguiente artículo para saber como llevarlo a cabo.
- Elogia a las personas y da las gracias cuando recibas un elogio.
- Da las gracias a la gente cercana, muchas veces un «simple» «gracias por estar aquí» es muy reconfortante.
- Redirige tus pensamientos cuando te des cuenta de que te estás dejando llevar por los pensamientos negativos.
- En muchas ocasiones las experiencias negativas por las que pasamos pueden ayudarnos y servirnos como una oportunidad para crecer y aprender.
Para todo el que quiera seguirlo y participar iniciaré con mis seguidores de Instagram un Diario de Gratitud.